Resolvemos tus dudas sobre la inclusión educativa y el Síndrome de Down
Según la Observación general núm. 4 (2016) sobre el derecho a la educación inclusiva del Comité sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, la educación inclusiva deben entenderse como:
– Un derecho humano fundamental de todo alumno. Más concretamente, la educación es un derecho de los alumnos y no de los padres o cuidadores, en el caso de los niños. Las responsabilidades de los padres a este respecto están supeditadas a los derechos del niño.
– Un principio que valora el bienestar de todos los alumnos, respeta su dignidad y autonomía inherentes y reconoce las necesidades de las personas y su capacidad efectiva de ser incluidas en la sociedad y contribuir a ella.
– Un medio para hacer efectivos otros derechos humanos. Es el principal medio para que las personas con discapacidad puedan participar plenamente en sus comunidades y lograr sociedades inclusivas.
– El resultado de un proceso de compromiso continuo y dinámico para eliminar las barreras que impiden el derecho a la educación, así como de cambios en la cultura, las políticas y las prácticas de las escuelas de educación general para acoger y hacer efectiva la inclusión de todos los alumnos.
Siguiendo los criterios del Comité de la ONU, la educación inclusiva, por tanto, integra a “todas las personas”, reconoce la capacidad de cada persona para aprender y se depositan grandes expectativas en todos los alumnos, incluidos los que tienen discapacidad. La educación inclusiva ofrece planes de estudio flexibles y métodos de enseñanza y aprendizaje adaptados a las diferentes capacidades, necesidades y estilos de aprendizaje. Este enfoque conlleva prestar apoyo, realizar ajustes razonables e intervenir a una edad temprana a fin de que todos los alumnos puedan desarrollar su potencial.
En la planificación de las actividades docentes se presta más atención a las capacidades y las aspiraciones de los alumnos que al contenido.
El planteamiento de integrar a “todas las personas” tiene por objeto poner fin a la segregación en los entornos educativos garantizando que la enseñanza se imparta en aulas inclusivas y que los entornos de aprendizaje sean accesibles y dispongan de los apoyos adecuados. El sistema educativo debe ofrecer una respuesta educativa personalizada, en lugar de esperar que los alumnos encajen en el sistema. Por ello, los centros escolares tienen la obligación de proporcionar entornos educativos accesibles para todos y ajustes razonables cuando sean necesarios.
El Comité de Naciones Unidas, destaca la importancia de reconocer las diferencias entre los siguientes términos: exclusión, segregación, integración e inclusión.
La exclusión se produce cuando se impide o se deniega directa o indirectamente el acceso de los alumnos a todo tipo de educación.
La segregación tiene lugar cuando la educación de los alumnos con discapacidad se imparte en entornos separados diseñados o utilizados para responder a una deficiencia concreta o a varias deficiencias, apartándolos de los alumnos sin discapacidad.
La integración es el proceso por el que las personas con discapacidad asisten a las instituciones de educación general, con el convencimiento de que pueden adaptarse a los requisitos normalizados de esas instituciones.
La inclusión implica un proceso de reforma sistémica que conlleva cambios y modificaciones en el contenido, los métodos de enseñanza, los enfoques, las estructuras y las estrategias de la educación para superar los obstáculos con la visión de que todos los alumnos de los grupos de edad pertinentes tengan una experiencia de aprendizaje equitativa y participativa. La inclusión de los alumnos con discapacidad en las clases convencionales sin los consiguientes cambios estructurales, por ejemplo, en la organización, los planes de estudios y las estrategias de enseñanza y aprendizaje, no constituye inclusión. Además, la integración no garantiza automáticamente la transición de la segregación a la inclusión.
La educación inclusiva beneficia a todos los estudiantes porque fomenta la empatía, el respeto por la diversidad, la paciencia y las habilidades de trabajo en equipo. Sin duda, se recuperan valores que la sociedad actual está demandando.
Los entornos de aprendizaje inclusivos son entornos accesibles en los que todas las personas se sienten seguras, apoyadas, estimuladas y pueden expresar sus opiniones, y donde se favorece que los alumnos participen en la creación de un ambiente positivo en la comunidad escolar.
Los estudiantes sin discapacidad aprenden a convivir con la diversidad, mientras que los estudiantes con discapacidad reciben el apoyo necesario para alcanzar su máximo potencial en un entorno diverso.
España, es uno de los países que ha ratificado la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de la ONU. La Convención es un tratado internacional de derechos humanos que al haber sido ratificado por el Estado parte (en este caso España), es una norma jurídicamente vinculante para todas las autoridades del Estado, ya sea el organismo ejecutivo, legislativo o judicial, tanto en competencias a nivel nacional como autonómico.
La Ley Orgánica de Educación (LOE), junto con sus actualizaciones en la LOMLOE, respaldan a su vez el derecho a la educación inclusiva. Estas normativas establecen que todos los estudiantes deben tener acceso a una educación de calidad en un entorno inclusivo.
El profesorado es clave en la inclusión. Es habitual que los docentes no se sientan formados para atender la diversidad del aula y además, suelen tener muy bajas expectativas de aprendizaje para los estudiantes con discapacidad, lo que supone una de las principales barreras para la inclusión de estos alumnos. Sin embargo, los docentes que son capaces de aceptar el reto y salir de la zona de confort, se forman, adaptan sus métodos, desarrollan estrategias inclusivas y son capaces de crear un ambiente accesible y acogedor en el aula. Sin duda, este cambio beneficia a todos los estudiantes (con y sin discapacidad) y a los propios docentes por el crecimiento profesional que conlleva.
Cabe señalar que con la implementación de recursos como el Diseño Universal para el Aprendizaje (DUA), los profesores pueden asegurar que todos los estudiantes accedan al mismo contenido educativo de forma significativa.
Algunas metodologías inclusivas son el aprendizaje cooperativo, donde los estudiantes trabajan en grupos y se ayudan mutuamente, y el Diseño Universal para el Aprendizaje (DUA), que ofrece múltiples formas de presentar la información y evaluar el aprendizaje, permitiendo que todos los alumnos participen de manera equitativa.
El DUA es una enfoque metodológico que permite a los docentes diseñar actividades accesibles para todos los estudiantes, utilizando múltiples formas de enseñanza, expresión y participación. Este marco es útil y beneficioso para todos los estudiantes, ya que se adapta a todos los estilos de aprendizaje, brindando mayores oportunidades de éxito a todos los alumnos y alumnas. Para más información: https://udlguidelines.cast.org/
Algunas metodologías inclusivas son el aprendizaje cooperativo, donde los estudiantes trabajan en grupos y se ayudan mutuamente, y como se ha comentado anteriormente, el Diseño Universal para el Aprendizaje (DUA), que ofrece múltiples formas de presentar la información y evaluar el aprendizaje, permitiendo que todos los alumnos participen de manera equitativa.
Según establece la LOMLOE:
Corresponde a las Administraciones educativas asegurar los recursos necesarios para que los alumnos y alumnas que requieran una atención educativa diferente a la ordinaria por presentar necesidades educativas especiales, puedan alcanzar el máximo desarrollo posible de sus capacidades personales y, en todo caso, los objetivos establecidos con carácter general para todo el alumnado.
Se tendrán en cuenta las necesidades educativas específicas del alumnado con discapacidad. Entre las medidas a considerar se contemplarán las adaptaciones del currículo, la integración de materias en ámbitos, los agrupamientos flexibles, los desdoblamientos de grupos, la oferta de materias optativas, programas de refuerzo y medidas de apoyo personalizado para el alumnado con necesidad específica de apoyo educativo.
Los referentes de la evaluación, en el caso del alumnado con necesidades educativas especiales, serán los incluidos en las correspondientes adaptaciones del currículo, sin que este hecho pueda impedirles la promoción o titulación. Se establecerán las medidas más adecuadas para que las condiciones de realización de los procesos asociados a la evaluación se adapten a las necesidades del alumnado con necesidad específica de apoyo educativo.
El Comité reitera la diferencia entre la obligación de garantizar la accesibilidad general y la de realizar ajustes razonables. La accesibilidad beneficia a grupos de la población y se basa en un conjunto de normas que se aplican gradualmente. No puede invocarse la desproporcionalidad o la carga indebida para defender la falta de accesibilidad. Los ajustes razonables se refieren a una persona y son complementarios a la obligación relativa a la accesibilidad. Una persona está legitimada para solicitar medidas de ajuste razonable, incluso si el Estado parte ha cumplido su obligación de garantizar la accesibilidad
Fuera del aula, la inclusión se promueve a través de actividades extracurriculares, juegos, deportes y eventos escolares, donde los estudiantes con y sin discapacidad pueden interactuar y aprender unos de otros. Estas actividades refuerzan la empatía y la aceptación de la diversidad.
En primer lugar, es necesario que las familias conozcan los derechos de sus hijos, que entiendan, y hagan entender a la comunidad educativa y a la sociedad en general, que estudiar en un centro ordinario con los apoyos que se necesiten, no es un favor que reciben los estudiantes con discapacidad, sino que se trata de un derecho humano fundamental.
Es importante que lasfamilias confíen y potencien las capacidades de sus hijos y a su vez, quese impliquen en la medida de lo posible, en la comunidad educativa, participando en el Consejo Escolar, el AMPA, y en el día a día de las actividades de sus hijos en el entorno escolar.
Los desafíos incluyen la falta de compromiso y formación especializada de algunos docentes, la escasez de recursos de apoyo en ciertos centros y, en algunos casos, actitudes negativas hacia la inclusión. Estos retos requieren compromiso y esfuerzo conjunto entre familias, centros educativos y administraciones para ser superados.
El sistema educativo puede garantizar la inclusión proporcionando recursos adecuados, formando a los docentes y estableciendo políticas inclusivas. Es fundamental que se asignen recursos específicos y que se supervise el cumplimiento de las normativas de inclusión para que todos los estudiantes tengan acceso a una educación de calidad en igualdad de condiciones.



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En nuestra asociación, entendemos los desafíos y las dificultades que conlleva ser parte de una familia con una persona con Síndrome de Down. Estamos aquí para apoyarte en cada paso del camino.
Entre nuestros servicios, ofrecemos:
- Apoyo emocional: Contamos con grupos de padres y madres donde puedes compartir tus experiencias y recibir apoyo de quienes han pasado por situaciones similares.
- Recursos educativos: Facilitamos talleres y materiales para fomentar el desarrollo y aprendizaje de las personas con síndrome de Down.
- Actividades inclusivas: Organizamos eventos y actividades que promueven la inclusión y el bienestar de toda la familia.
Si necesitas orientación, información o simplemente alguien con quien hablar, escríbenos a info@inclusionmadrid21.org. y uno de nuestros miembros te responderá a la mayor brevedad posible. ¡Estaremos encantados de resolver tus dudas y acompañarte en todo lo que podamos!
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